Mark, Alicia y yo, miramos atónitos hacia el lugar del que venía la voz.
Pero más estupefacto me quedé aun, cuando vi que se trataba de mi amigo JOHN...
Lo miré mil veces, de arriba a abajo. Era él sin duda, pero lo más sorprendente es que conservaba su cabeza... ¡y su cuerpo! La bestia aquella, le había arrancado la cabeza, delante de mis ojos, y luego se había merendado su cuerpo enterito. Había visto cosas increíbles, a lo largo de mi vida, pero aquella situación sobrepasaba mis límites.
-¡Apartate de ella, y desátalo! -John, iba vestido de otra forma, parecía estar en mejor estado de salud, y portaba una gran pistola, con la cual apuntaba a Mark a la cabeza.
-Oye amigo, no sé quién eres, ni como has entrado aquí, pero te aconsejo que no sigas con esto.
-¡Cállate y haz lo que te digo! -John cada vez se fue acercando más, sin dejar de apuntar, a su objetivo, en ningún momento.
Mark, soltó a Alicia y ésta le dio un puñetazo, con las manos esposadas y todo. Después, nuestra fémina, se arrodilló y buscó la llave de las esposas, en el cadáver del soldado que la había traído allí. Seguidamente, se quitó el pañuelo, que tenía en la boca y con una navaja -que la tomó prestada de Mark-, cortó las cuerdas que me mantenían atado a la silla.
Había estado (supongo) una semana sin usar mis piernas, así que cuando quise levantarme de la silla caí al suelo, notando el frío suelo en mis rodillas. Me encontraba muy debilitado, tenía hambre, y parecía que me habían quitado suficiente sangre como para un hospital entero, de ahí que me mareara constantemente...
-¡Arriba Kevin, tenemos que salir de aquí! -Alicia, apoyó mi brazo en sus hombros e hizo un esfuerzo por levantarme.
-Bueno amigo, nos vamos -John disparó a la pierna izquierda de Mark y añadió-: Eso para que no nos puedas seguir, y para ganar tiempo, ¿ok? ¡Vámonos!
Ahora John, cogió mi otro brazo y entre él y Alicia, me sacaron de la sala, como pudieron.
-...John, ¿cómo?
-¡Ssssh! Ahora no, amigo, tenemos que salir de aquí primero, más tarde será la hora de las respuestas.
Pasamos por pasillos y salas, huyendo como podíamos. Yo no reconocía ninguna de las zonas por las que pasamos, pero John parecía que se conocía el lugar, de cabeza. Llegamos a la entrada del edificio que recordaba, al Partenón, y nos dispusimos a bajar las escaleras. Fue entonces cuando nuestra huida se retrasó. Delante nuestra había millares de soldados, con sus armas. Era imposible salir de allí, el plan de John, si lo tenía, funcionó hasta aquel instante. En breves minutos íbamos a perecer acribillados...
John, en aquel momento, dejó todo mi peso en el hombro de Alicia, y ésta sorprendida como yo comentó:
-¿Y ahora qué?
-Ponerse detrás mía...
-¿Qué te propones, John? -dije, con esfuerzo y aun sin mis piernas activas.
Entonces John, hizo lo más inesperado. Se puso a gritar como un degenerado.
-¡¡Hijos de puta!! ¡Venid a por mí cabrones! ¡¡Qué pasa, tenéis miedo!!
Claro está, el que la busca la encuentra, y John no fue la excepción. Los cientos de soldados, comenzaron a disparar a John, con sus armas automáticas. Cada uno vació su cargador y puso otro. John comenzó a ser atravesado por las balas , le abrieron un montón de agujeros. Nos llegó incluso a salpicar su sangre. Su cabeza, perdió su forma. Uno de los brazos, se lo arrancaron de cuajo... Después, el cuerpo sin vida, calló rodando escaleras abajo, dejando un tremendo camino de sangre, en las escaleras de mármol blanco. Cuando llegó abajo, los soldados le seguían apuntando. Un silencio, sepulcral, se apoderó de la situación. Nadie comprendía que coño había pasado. Por qué había actuado así, después de salvarnos.
Cuando quisimos darnos cuenta, los soldados comenzaron a apuntarnos a Alicia y a mí.
-¡Vaya! Creo que ahora nos toca a nosotros -dije irónico.
-Kevin, ¿por qué me dejaste allí?
-Somos los únicos que sobrevivimos a la masacre, no quería que eso cambiara...
-¡Podríamos habernos escondido juntos! Total nos acabaron encontrando igual...
-Lo sé, pero era un riesgo que tenía que correr...
-Kevin..., yo....
Entonces un tremendo ruido, enmudeció a Alicia. Oímos, tremendos murmullos entre los soldados, y fue entonces cuando nuestra vista se situó sobre el cuerpo de John. Éste se estaba moviendo, violentamente. Aun estaba soltando sangre, con su cuerpo todo agujereado. Pero ésta situación comenzó a cambiar. John comenzó a tener espasmos aun más violentos, seguido de movimientos rápidos y cortos. El volumen de su cuerpo, comenzó a aumentar. El brazo le volvió a crecer de la nada, los agujeros de bala, desaparecieron. Cuando nos quisimos dar cuenta John era una bola de pelo. Su cabeza cambió de tamaño, sus patas se fortalecieron con músculos y de sus manos salieron, unas tremendas garras afiladas.
John se había convertido en un "beast"
Continuará
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