lunes, 15 de septiembre de 2008

Historia incompleta #22 14 de marzo

-¡No, no lo creo! ¡Jamás olvidaría al asesino de mis padres!

Estaba muy oscuro, mi vista no alcanzaba a ver más allá de mis propios párpados. Sentí una leve brisa que alborotaba mi pelo. Miré hacia abajo y observé mi vestimenta. Iba con una especie de gabardina negra, con capucha replegada hacia atrás, y llevaba unas zapatillas deportivas gastadas del uso.

>>"-¿Qué crees que nos mandarán ha hacer ésta noche, Kevin?"

Tenía un tipo al lado, que había pasado desapercivido. Era más bajo que yo, regordete, calvo y con un bigote. Iba igual que yo vestido, y se le notaba impaciente.

>>"-¡No lo sé, Steven! ¡Y por favor no lo vuelvas a preguntar, joder, me estas poniendo nervioso, gordo de mierda!"
"-¡Que seas el jefe no te da derecho a insultar mi aspecto físico! Y yo no soy gordo, es mi metabolismo..."
"-Claro"

Una luz intensa, hizo acto de presencia, cegandonos instantáneamente.

>>"-¡Ordenes directas de los poderosos! Necesitamos que ejecutéis a unos putos renegados, que hemos pillado infragantis, ocultos en un pueblo de las afueras. Nada de fallos, y por favor, que ninguno quede con vida. ¡Ya nos han jodido bastante, con su intento de cortar el suministro de la ciudad!"
"-¿Nada para los "beast", señor?"
"-No Kevin, los quieren muertos... nada más, podéis iros"

La voz que nos habló desapareció en el aire, dejando un sonido, que produjo una puerta al abrirse. Steven y yo, salimos por ella al exterior. Nos montamos en un Jeep -un modelo parecido a los usados en la II Guerra Mundial-, que ya estaba arrancado. Se dirigió a un destino desconocido.

>>"-¡A qué jodido día de la semana estamos, Steven!"
"-A 14 del 03, Kevin"
"-¿Hora?"
"-Mmm... las dos de la mañana"
"-Recuerdame luego, cuando los matemos, cuantos cadáveres eran..."

Después de apuntar todo eso en una vieja libreta, llegamos al pueblo que había mencionado la voz, que nos había mandado el trabajo Era un pueblo pequeño, con casas de madera. Ha simple vista parecía abandonado.

Me bajé del Jeep, y me dirigí hacia la parte de atrás. Recogí un arma de fuego.

>>"-¡Eh, Steven! Tal vez seas un gordo de mierda por culpa de la contaminación, ¡ja, ja!"
"-Demás sabes, Kevin, que a nosotros no nos afecta la contaminación"
"-¡Pues creo que tú eres la excepción, macho!"

>>"-Espero que estos hijos de puta, no nos sorprendan como aquellos renegados que poseían armas" -dije mientras recargaba un arma, a tope.

Lo siguiente que vi, era el momento en el que nos aproximamos, Steven, tres tíos más y yo, a las casas del pueblo. Abusamos de la violencia, tirando abajo puertas, mobiliario y todo lo que hiciera falta. Rebuscamos de arriba abajo las casas.

>>"-¡Eh, chicos, aquí hay renegados! ¡Yujuuuuuuuu!"

Oí sonidos de disparos, seguido de gritos y suplicas; terminadas en silencio.

>>"-¡Kevin, catorce renegados muertos, apuntalo en la maldita libreta!"
"-¡No me digas como o cuando debo hacer las cosas gordo cabrón! ¡Os encontré!"

Delante mía se hayaba una familia, que debido a las horribles condiciones de vida, estaban físicamente deteriorados. Un hombre delgado y entrado en años me suplicó clemencia, su mujer se hechó a llorar y sus dos niñas pequeñas, comenzaron a gritar y temblar... Cuando quise darme cuenta, mi dedo había apretado el gatillo...

"Van dieciocho", pensé. La noche se tiñó de rojo, siendo el color que vimos por todas partes. En cada casa, que examinábamos, dejábamos un destrozo material importante. Y en otras una carnicería humana. Algunos renegados intentarón huir, al oir los disparos cerca de sus escondites. Fueron dado caza, a los pocos minutos.

>>"-¿Cuanto tiempo nos queda?" -pregunté.
"-¡No mucho!" -me respondierón.

Me alejé de mis compañeros, por un intante. Y me adentré en una casa, que quedaba bastante apartada. Podía oler un olor inconfundible, una peste a sudor humano que orientó a mi olfato. Anduve todo la casa de arriba a abajo y no encontré a nadie, hasta que me dió por entrar en el sótano.

Le di una patada a la puerta que estaba atrancada. Inicié la bajada por las escaleras... Una vez abajo miré hacia todos lados. Vi una sombra moverse al fondo y disparé.

>>"-¡Noooo, Peter!"

Una voz de mujer gritó de manera inmensurable, aquel nombre. Volví a disparar alcanzando a la mujer. Me acerqué a los dos cadáveres, que comenzaron a nadar en charcos de sangre, y nuevamente, escuché un ruido. Esta vez era una respiración rápida e incontrolada, que delató la posición de otro renegado. Cuando aparté unas cortinas que la escondían, pude ver su rostro. Era una mujer muy joven, casi una niña todavía, y muy guapa. Sin duda se trataba de ella, pero sin las cicatrices en la cara. La miré a los ojos y sonreí, malvadamente...

>>"-¡Kevin! ¡Se acabó el tiempo, debemos volver a por nuestro chute de medicina!
"-¿Habéis registrado todas las casas? ¿Habéis matado a todo el mundo?"
"-¡No aun quedan, pero les estamos prendiendo fuego!"
"-¡Ok! ¡Vámonos!"

Observé que Steven, llevaba consigo un cóctel molotov, cuando me había llamado la atención para irnos. Me acerqué a él, y se lo quité. Mientras le prendía fuego, miré por última vez a aquella chiquilla. Lo último que vi fue como lanzaba el cóctel, y todo salía ardiendo.

Después de todo eso, que parecía haber sido tan real, abrí los ojos y me di cuenta de que estaba en una habitación, con Alicia aun inconsciente, y aquella misma muchacha, que vi en el sótano, tumbada en una cama, con una expresión de asco.

¿Acaso era un monstruo peor que Mark, pero me había quedado amnésico? ¿Por qué no recordaba nada de aquello? ¿Qué significaban aquellos flash-back, repentinos?

Continuará...

1 comentario:

Sadness dijo...

Te cunde bastante a escribir, no me da tiempo a leerlo todo a ese ritmo ._. y ahora menos que empiezo el instituto xD

En fin, a ver si este fin de semana arranco.