Ahora comenzaba una dura espera hacia mi ejecución.
Conseguí conciliar el sueño varias horas, pero hasta en mis pesadillas me invadieron las dudas. Tenía la certeza de que lo había hecho, pero ¿y si querían que fuera así, creer que había sido yo? Después de todo lo que había visto, podían estar pasando tantas cosas...
De repente, el sonido de la puerta de la habitación del calabozo, llamó mi atención.
-Kevin -susurraron. Era Alicia.
-¡Alicia! ¿Qué haces aquí?
-Le he estado dando vueltas a todo lo acaicido hoy y no me cuadra nada...
-Lo sé..., pero mañana van a matarme, y no creo que te echen más cuenta...
-De todos modos te relataré un poco, como llegué a aquella casa en llamas, así el tiempo pasará más rápido...
>>Aquella noche -comenzó Alicia a narrar-, estábamos en el sótano de la casa, Alen, Bob, Catherine, Anne-Claire, Assetou, Edwin, Frida, Rafa, Elías y yo. Un grupo variopinto, de etnias diferentes (Alen, Bob y Catherine, eran americanos; Anne-Claire, Assetou y Edwin, eran europeos; los primeros eran una pareja de Francia y suyo era el refugio, y Edwin era Alemán; por último Frida, Rafael, Elías y yo, eramos los latinos del grupo; Frida era Mexicana, Rafa y Elías, hermanos españoles y yo puerto riqueña) Eran todos encantadores, lástima que casi no te diera tiempo de conocerles.
>>Yo emigré de Puerto Rico, a los 20 años, cuando entró en dictadura. Fue duro dejar a mi familia atrás... Después de varios años en América y habituarme al idioma, se lió todo. La guerra me cogió, cuando estalló en el año 2030, aun cuando intentaba habituarme a mi nueva vida... Después de los dos años de III Guerra Mundial, conocí a Frida, en uno de los campamentos de salvamentos, del ejército. Más tarde, cuando fuimos obligados a vivir bajo tierra, conocería a Rafael y a Elías, dos hermanos muy unidos que nos hicieron la convivencia en los túneles, más llevadera.
>>Después los años venideros, fueron tristes y muy hijos de putas. La post-guerra fue terrible, supongo que tú pasaste por lo mismo. Hambre, hambre y más hambre. La gente comenzó a enfermar con la contaminación nuclear y a morir. Las mujeres embarazadas, daban a luz a niños mal formados, y que si no morían en sus primeros días de vida, lo hacían poco después. Pasamos por muchas penas, todo para sobrevivir. Fue duro hacer amigos haya abajo, y tener que ir asistiendo a sus entierros.
>>Los hermanos españoles, comenzaron a oir rumores de que científicos, estaban dando grandes avances, en el campo de extinguir la contaminación. Pero solo eran rumores, debajo de tierra, en aquellos túneles y cámaras, no nos enterábamos de nada. Solo de los cuchicheos de la gente, que impaciente deseaba salir de aquella situación, y volver a la superficie para poder comer y saciar sus ansias de aire fresco.
>>Pasaron los años, y llegaron más rumores; rumores que contaban que ya había humanos saliendo a la superficie, que los científicos habían descontaminado gran parte del aire, y que ya era seguro salir. Pero ya conoces a la gente, cada uno piensa de una manera, y así se liaron disputas y peleas, entre gente que quería salir desesperada; y gente que temía que al salir, murieramos todos.
>>Un día (no había distinción entre el día y la noche, así que "día" se quedó como una palabra neutra) Elías y Rafa, me despertaron, decían haber encontrado a una persona que venía de fuera, de la superficie. Yo, asfixiada de tanto respirar polvo, y hambrienta, decidí lanzarme a la aventura. No temía morir, ya que si no lo intentaba, moriría de todas formas allí, de hambre. Avisé a Frida, que se había echo muy buena amiga mía, y nos dispusimos a marcharnos. Los hermanos, nos presentaron a Bob, un excéntrico americano, que solo con su vestimenta ya iba llamando la atención (un mono de color amarillo, casi fluorescente; decía que era por si se perdía en los túneles, para que fuera fácil de ver) El caso es que afirmaba haber salido y vuelto a entrar sin ningún problema. Yo pensé que su singularidad se debía a esa salida al exterior, pero pronto comprobé de que tenía razón.
>>Salir fuera fue como lo que tiene que sentir un fénix al renacer de sus cenizas. Fue un enorme placer, el sentir el viento, nuevamente, rozando mi piel. Pero todo lo que había conocido, yacía destruido. Desiertos se alargaban en todas direcciones, decorados con escombros y amasijos de hierros (...) -y Alicia siguió contandome sus primeras impresiones al salir a la superficie.
>>Bob conocía un pueblo (Santosville) cercano, en el que hablaban que aun quedaba comida. Era una vaga esperanza, nacida de un simple rumor, pero bastó para animarnos a caminar e intentarlo. Por el camino, nos topamos con Edwin; el alemán. Intetaba robarnos comida, pero las fuerzas no le acompañaban. Decidió unirse a nosotros, e ir a Santosville.
>>De modo que así llegamos al pueblo, Rafa, Elías, Frida, Bob, Edwin y yo. Los últimos componentes de nuestro peculiar grupo, es decir, Alen, Catherine, Anne-Claire y Assetou, ya estaban en el pueblo. Nos acogieron en su refugio (se trataba de la casa de Assetou y Anne; Alen y Catherine, eran viajantes acogidos como nosotros)
>>Aquella noche pudimos comer, pero había que aceptar la verdadera realidad: no había comida.
>>Pasamos varios meses allí. No nos permitieron salir fuera, excusandose de que aun era peligroso. Pero había que hacer algo, traer provisiones, buscar comida...
>>La noche del 14 de marzo, oímos disparos fuera. Estábamos en el sótano. Fue entonces cuando escuchamos un fuerte ruido, como si un cristal se rompiera en un impácto. Luego vimos como el fuego nos acorralaba...
>>Tú entrada para salvarnos, fue lo más heroico que recuerdo, en toda mi vida...
-No me cabe en cabeza, que tu comportamiento cambiara tan radicalmente en una noche. Tuvo que ser otra persona Kevin... tal vez un clon...
-¿Pero por qué lo he recordado con imágenes tan detalladas, que parecía que estaba allí?
-No lo sé, pero estoy convencida de que eres inocente... ¿Qué recuerdas más, de esa noche?
-Pues, recuerdo que maté a varias personas, que le dí fuego a una casa, después lo tengo todo difuso, las imágenes se saltan al momento en el que tiré la puerta abajo, de vuestro refugio, y os rescaté.
-Yo recuerdo que estabas con... -se paró un instante antes de decir aquella palabra, pero no fue capaz de pronunciarla.
-Mark... -concluí-. ¿Estas bien?
-Si, tranquilo, me dejo llevar por las emociones... como antes, cuando me fui de la habitación..., o cuando te culpé... lo siento.
-Tranquila, amor, trata de no pensar en ello... me siento tan estúpido por todo lo pasado y el no poder haberte ayudado...
Alicia me miró con agradable mirada, y me puso la mano bajo la barbilla.
-Kevin... -me acerqué a su rostro, chocando contra los barrotes y esperando un ansiado beso, sin embargo Alicia alejó su rostro-. Lo siento... no puedo.
-Perdona -me aclaré la voz y volví mi cabeza a su posición original-, ha sido culpa mía, me dejé llevar por el momento...
El tipo robusto que se suponía que vigilaba el calabozo, hizo acto de presencia, rompiendo aquel delicado momento.
-¡A llegado tú hora, asesino! -exclamó.
Continuará...
1 comentario:
Muchas graciaaaaaaaaas!!!!, ains, que ilusion me hace esto, me da buenas bivraciones esto del blog, ojalá tuviese suerte y alguien de los medios viera mis dibujos jejeje, nunca hay que perder la esperanza no???.
Un besazo, y de nuevo mi agradecimiento por tu ayuda, por tu apoyo, por tu amistad, que te estoy cogiendo un cariño que no veas!!!.
Un besazo mi buen amigo ^_^
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