-¡Bienvenido Kevin! -dijo con una sonrisa siniestra.
-¿Cómo coño sabe mi nombre?
-"Los poderosos" saben todo lo que ocurre en éste mundo, son los amos. Además, el teniente coronel Mark, te ha llamado por tú nombre varias veces...
-¿Qué queréis de mí?
-Kevin, no te han traído aquí para preguntar, sino para responder -el tipo, en todo momento había estado observando unos folios que tenía encima de la mesa, y no me había mirado en ningún momento, al hablar-. Veamos... ¿en qué año naciste?
-¿Esto que coño es un test de inteligencia?
-Limítate a contestar.
-En el año 2009.
-Aja -asintió con la cabeza y lo apuntó en uno de los folios-. ¿Recuerdas tu vida a los 10 años?
-¡Ja, ja! Esto es una cámara oculta, ¿no es eso?
-Por favor, contesta...
-¡Por fin me encuentro, en éste sitio, una persona amable que pide las cosas por favor! -el tipo se acomodó en el sillón y con la mirada aun en los folios repitió la pregunta sin exaltarse-. Esta bien, sí, recuerdo mi vida a esa edad -yo sí que comencé a exaltarme.
-¿Recuerdas cosas pasadas de tu vida, así de repente?
-¿Cómo sabe eso?
-Lo tomaré como un "si". ¿Los tiene muy a menudo?
-¡Oiga no sé a dónde pretenden llegar "los poderosos" con estas preguntitas, pero yo estoy comenzando a cabrearme ya!
Entonces noté como una de las sogas, atadas a mis muñecas, se aflojaba un poco al moverme en la cama. Al parecer no la habían apretado lo demasiado. Así pues, disimuladamente, me puse a estirar para ver si cedía el nudo.
-¡Conteste! -por primera vez, me miró a los ojos.
-Últimamente han aumentado -seguí tirando de la soga, pero aun parecía resistir.
-¿Recuerdas dónde estabas el día 14 de marzo del año 2037?
-¡Hace dos años ya de eso, crees que soy superdotado para recordar todo lo que hago! -ésta vez no insistió y apuntó, nuevamente, algo en el folio.
La soga comenzó a ceder y cuando me dí cuenta, estaba totalmente suelta.
-Dígame Kevin, ¿recuerda a su madre?
-Mmm... -tiré de la cuerda y la elevé en el aire, luego como si fuera un látigo, la lancé hacia aquel tipo, engarzándola en su cuello. Tiré de la cuerda hacia mí y el tipo se vino con la cuerda-. Dígame, se acuerda usted de la suya, ¿si quiere aprieto más la cuerda y te llevo con ella?
-Mifff... madfreffff staff faaun vifa -dijo casi sin poder hablar.
-¿Cómo dices? -aflojé un poco para que pudiera hablar.
-Mi madre aun... esta viva.
-¡Vaya, que suertudo! -apreté de nuevo la cuerda-. Veamos, ahora vas a ser tú el que conteste las preguntas.
El tipo estaba encima de la mesa, con la cuerda liada en el cuello. El color de su cabeza comenzó a tomar un color morado. Trató con sus manos, deshacerse de la cuerda y respirar, pero yo cada vez le estiraba más. Tanto fue así, que en el último estirón lo remonté encima de la cama. Con uno de mis pies en su hombro, comencé a empujarlo hacia atrás, de modo que con la cuerda, estirando en la dirección opuesta, lo estrangulara.
-¡Qué coño quieren de mí esos hijos de puta!
-No lo sé -le empujé con el pie, manteniendo la cuerda tensa-. ¡Aagggggh!
-¡QUÉ COÑO QUIEREN DE MÍ!
-¡Solo soy uno de sus muchos representantes, me dieron ordenes de hacerte éstas preguntas, pero no sé nada más! ¡No sé que significan las preguntas que te he echo o ni siquiera que te van a hacer!
-¡Hablaron de una operación! ¡Qué clase de operaciones se hacen aquí!
-No s... -le empujé con el pie aun más fuerte- ...¡de verdad, no lo sé!
-¡Pues díme lo que sepas!
-¡Solo sé que están jugando a ser Dios...!
-¡Díme algo que yo no sepa!
-¡...Están usando la contaminación, y probándola en humanos, pero no se conforman con eso, están buscando algo más y por lo que deduzco tú tienes la clave!
-¡La clave para qué!
De repente, la puerta doble, que estaba detrás nuestra, se abrió de par en par.
-¡Señor, ya esta todo listo para la intervención!
Miré hacia atrás, sin soltar la cuerda, y para mi sorpresa, observé a un tipo que conocía. Se trataba del viejo intranquilo, que me dio el veneno aquel, que murió acribillado y me sirvió como escudo.
-¡Tú! ¡Si estas muerto!
-¿Qué? -dijo el tipo sorprendido, por la escena que tenía delante, y por el comentario.
Sin duda aquel tipo era otro clon, pero a diferencia del clon de John, éste parecía que no conservaba los recuerdos del original (si es que el otro era el original...)
-¡Corre avisa a los guardias!
-¡No, ni se te ocurra, o lo estrangulo! -el tipo haciendo gala de su característica indecisión, no supo que hacer-. ¡Ven aquí y desata los nudos que hay bajo la cama! ¡VENGA!
El viejo, no recordaba lo mismo pero actuaba igual que el otro. Accedió a mi proposición, se arrodilló bajo la cama y comenzó a desatar los nudos. Cuando noté que ya estaba libre, le partí el cuello, con los pies, al representante y dejé inconsciente de un puño al viejo. Bajé de la cama y salí al pasillo.
Era hora de retomar el rescate, desde donde lo había dejado.
Continuará...
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