Distraido, me dí la vuelta y me dí de bruces con un "beast" vivito y coleando.
Rugió, de forma estrepitosa, y haciendo gala de su rapidez, quiso alcanzarnos con sus garras. Tumbé la camilla en el suelo, y luego también me tumbé yo. Todo hecho velozmente, para esquivar su garra. Posteriormente, quiso ponernos su pata peluda, encima. Yo con mucho esfuerzo empujé la cama por el suelo, con la espalda.
El bicho no paraba de rugir, y el eco en la sala era terrible. El sonido se clavaba en los oídos como cuchillas. Después de ésto, la bestia siguió con su plan de matarnos y merendarnos, acercándose de nuevo a nosotros. Para ello empujó con fuerza varias camillas, y de una patada las empotró contra la pared, que cedió y dejó a su paso un gran agujero. Cuando estuvo a nuestra altura una voz lo detuvo.
-¡¡Quieto!!
El bicho parecía no obedecer, pero sí que se distrajo con la voz. Se dio la vuelta, y pudimos ver que se trataba de Mark y dos soldados. Rugió sin cesar y velozmente se acercó a ellos. Mark lo esquivó como pudo, pero uno de los dos soldados fue cortado a la mitad, al pasar las garras del "beast", por su ser. El otro cayó al suelo, e intentando coger su arma, la bestia se lo llevó a la boca. Le arrancó medio tronco. Vimos como las tripas del soldado, desaparecían en la boca del "beast". Luego, después de ésto, el bicho, fijó su atención en Mark. Éste hábilmente, lo fue eludiendo, ha base de acrobacias. No sé que pretendía pero sabíamos que las balas no le hacían nada.
Siendo yo espectador de la situación, Mark, se acercó a unos cables de la luz y comenzó a arrancarlos...
-¡KEVIN, VAMOS AYÚDAME! ¡La electricidad es lo único que puede matarlo!
Dude un instante al venirme al pensamiento la conversación, que había mantenido con Alicia, antes de que apareciera el "beast". Pero al final accedí. Mientras Mark sujetaba unos cables, de los cuales, comenzaron a saltar grandes chispa; yo traté de distraer al "beast", que encantado volvió a cederme su absoluta atención. No sé que coño tenía que hacer en aquel momento, como tratar a una bestia tan incontrolable, era una incógnita para mí. Así pues que traté de no ser alcanzado por sus grandes garras.
La idea era hacerlo retroceder para meterle una descarga eléctrica, pero lo que estaba consiguiendo hasta aquel momento, era que avanzara él y yo retrocediera. Me topé con una camilla, que me cortó el paso. El "beast" seguía acercándose a mí de forma imparable, y quitando de en medio todos los obstáculos. Rodeé rápido la camilla, y entonces di con una especie de hacha. La empuñé entre mis manos, y la blandí en el aire de un lado a otro, tratando de intimidar a la bestia. Y lo cierto es que no lo conseguí, pero acostumbrada a su tendencia de resistir todo ataque físico, o simplemente llevada por su ignorancia, alzó un brazo al cielo y quiso clavarlo en mí. La trayectoria de su brazo, se cruzó con la trayectoria de uno de mis mandobles con el hacha. La consecuencia fue, una amputación repentina, y un montón de sangre salpicada.
A partir de aquel suceso, el monstruo, comprendió que con las cosas afilada no se jugaba. Rugió aun más, supongo que por el dolor, y tiñó todo los sitios por los que iba pasando, de sangre. Seguí cortando el aire con el hacha, y el "beast" comenzó a retroceder.
-¡Kevin, no tengo todo el día! -gritó Mark, aun con los cables cogidos.
Conseguí, hacerle retroceder un buen trecho, pero en un descuido, logró tirarme el hacha de las manos.
-¡Cuidado! -gritó Alicia aun esposada a la camilla tumbada en el suelo.
Me avisó al ver que el "beast" se me venía encima, después de desarmarme. Otra vez volvimos a lo mismo, la bestia avanzó y yo retrocedí, hasta que me arrinconó en una pared. Sin contemplaciones cuando el "beast" anduvo bastante cerca, cogí impulso en la pared, y me lancé contra el estómago del monstruo. La fuerza con la que lo hice, hizo el resto. El bicho retrocedió y calló al suelo, lo bastante cerca de Mark, como para tenerlo a mano. Yo, desorientado con el golpe, me quité de encima del "beast"
-¡Es hora de dormir! -Mark, introdujo los cables de la luz, en la boca del bicho, mientras dijo el comentario.
A continuación, el "beast" comenzó a electrocutarse, echar chispas por todos lados y a despedir un olor a pelos quemados, terriblemente desagradable. Al final, dejó de moverse y quedó carbonizado.
Un montón de humo cubrió la sala, por unos instantes, y el tremendo olor a chamusquina, nos invadió todos los sentidos.
-¡Ahora os toca a vosotros! -Mark nos señaló a Alicia y a mí.
Ya era hora de enfrentarse, cara a cara, con aquel hijo de puta.
Continuará...
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