El otro día, en una de mis pocas y casuales leídas de revistas sensacionalistas, mi mirada se quedó fija en un reportaje, en el que se hablaba de un futuro no muy lejano de los implantes: implantes tecnológicos. Se hablaba desde corazones artificiales hasta ojos, pasando por brazos o pies, o implantes para hacer toda clase de tareas; entre ellas comunicarse con el pensamiento. En resumen, "hombres-máquinas", así lo denominaban.
En aquel instante estaba realizando mis necesidades más básicas (es decir, cagando) En plena concentración, me quedé pensando por un instante... "Vale, si genial" -pensé-. Esto es la puta polla, es un avance de gigantes que "solucionará" muchos problemas a gente que lo necesita (bueno ésto último es un decir, ya que seguro que solo los ricos sacaría tajada) Pero luego seguí pensando (cosa poco común en mí)... El pensar, simplemente, que la "acción" que estaba realizando en aquel momento, dentro de algunas décadas podría ser artificial o simplemente desaparecer, me hizo tener escalofríos.
La ciencia y la tecnología están dando pasos de gigantes. Y no se lo reprocho, al contrario, les aplaudo. Aun recuerdo mi primer móvil (no era un ladrillo, aquello era un pedrusco) que si traía la utilidad de llamar a otras personas o me cabía en el bolsillo sin romperlo, era un milagro. Luego me compré otro "más moderno", ausente de color, con el que me metía en un "Internet" tan limitado como el cerebro de "el peluca" , supuestamente para bajarme fondos
pixelados con dos tetas como motivo principal; y lo único que podía hacer era darme con el móvil en los dientes, ya que al parecer, solo el modelo
Nokia del momento, tenía los derechos
pa bajarte cosas. De eso solo hace unos años, ahora con un móvil puedes hasta encontrar a
Wally, mediante el
GPS integrado.
Y ésto es solo un ejemplo personal, pero se podría
ejemplarizar cualquier cosa. Simplemente la red de redes, puede ser un ejemplo aun más claro de los pasos de gigantes que estamos dando. Se nos ha abierto una puerta tan grande que los límites los pone tu cabeza. Y ese es el problema, que estamos avanzando tanto que no sabemos donde parar.
Vale, esta guay, ir por la calle con el
iPod escuchando música a
to ostia y
flipando a más no poder, lo que no es nada divertido es quedarse más sordo que una tapia.
Algunas cosas son absurdas (¿qué será lo próximo un
iBáter?) y otras simplemente no deberíamos ni siquiera planteárnoslas (¿un pene artificial...? imaginad que aberraciones saldrían de un coito) Hay pros y
contras que mantienen nivelada la balanza; por un lado los nuevos avances y descubrimientos nos facilitan nuestra vida, pero por otra también nos perjudican. Pero lo malo de todo ésto es que van a ser "los
contras" los que ganen la batalla, y en un futuro no muy lejano, nos vamos a ver en un mundo controlado por máquinas
super inteligentes, en el que el noventa por ciento de nuestro cuerpo sea artificial, "gracias" a nuestros propios avances (
iPod=sordera, ordenador=ceguera, teléfono=
infertilidad...)y donde nuestros hijos sean aun más idiotas de lo que ya son.