sábado, 20 de septiembre de 2008

Historia incompleta #27 "El parásito"

Me dio un golpe en la nuca. Lo único que recuerdo de ese instante, es que la vista se me nubló y mis labios besaron el suelo.

Mi conocimiento volvió y abrí los ojos. Estaba en una cama rodeado de gente, supongo que eran científicos por su vestimenta. Uno de ellos se dio cuenta de que había abierto los ojos y me puso una mascarilla en la boca. Quede nuevamente dormido...

Un incesante pitido volvió a desvelarme de mi sueño. Así de repente, pensé que estaba muerto, veía todo intensamente blanco al abrir los ojos, como si cada cosa despidiera luz propia. Pero poco a poco mi vista se fue adaptando. Me encontraba en una cama, dentro de una habitación vacía, a excepción de un monitor cardiaco, situado a mi derecha, que controlaba mi pulso y era el causante de los continuos pitidos. El suelo volvía a ser de mármol, así pues había vuelto a las desconocidas instalaciones de la ciudad.

Me notaba unos picores en el pecho y me dispuse a aliviarme, sin embargo me llevé una sorpresa. Tenía una enorme cicatriz, de arriba a abajo, que atravesaba todo mi pecho y barriga. Aun estaba cosida, y además para colmo me encontraba completamente desnudo; y parecía que me habían duchado, ya que olía bien y no había ni rastro de suciedad.

Un soldado, sin previo aviso, entró en la habitación.

-Justo a tiempo, ¿ya despertaste?

-No me ves imbécil, ¿o es que con ese casco no ves más allá de tu propia nariz?

-¡Vale, vale! No hace falta que te cabrees, solo venía a ponerte al día...

-¿Qué me han hecho?

-Veo que eso te interesa... Bueno será un placer decírtelo, ya que he esperado mucho tiempo para éste momento.

-¡QUÉ ME HAN HECHO!

-Simplemente unas modificaciones

-¿Qué clase de modificaciones?

-Un cambio allí, otra acá. Algo sencillo, sin complicaciones.

-¡Quieres hablar claro de una puta vez!

-Te hemos introducido un parásito, que además de consumirte poco a poco, irá creciendo dentro de ti; absolviendo todos tus fluidos, sangre, alimentos, agua... etc. Es nuestra obra de arte, nuestro proyecto más ambicioso. Un experimento único, con el que no hará falta ejército ni guardaespaldas. El que traerá el fin de los renegados...

-¡¿Qué?!

Ja, ja! Como oyes. Veras, como bien sabrás, hemos estado realizando experimentos con la contaminación. Sin embargo, todos acaban en fracaso.

-¡Pero y esos "beast"!

-Solo aguantan semanas, no ha habido forma de aumentar su tiempo de vida.

-¿Y los clones?

-Viven más tiempo, pero envejecen rápidamente. Solo han ido sobreviviendo los clones que tienen tu sangre.

-¿Mi sangre?

-Si, por lo visto la contaminación contigo ha reaccionado diferente comparado con la reacción de cualquiera. Se a unido a tu cuerpo y en vez de matarte, te ha fortalecido. No te afecta. Y eso pues favorece la vida de los clones.

-¿Pero cómo?

-No lo sé, simplemente vimos en ti la solución. Con tu sangre podíamos aumentar deliberadamente la vida de nuestros experimentos. Te hicimos clones, antes de deshacernos de ti, que actuaban bajo nuestras ordenes (siendo consciente de tus buenas habilidades en combates, queríamos tener ejércitos como tú), pero no eran estables, necesitaban continuamente un chute doble de adrenalina, para sobrevivir. La semana que estuviste inconsciente, te hicimos pruebas y comprobamos que tu sangre era la solución... Pero todo eso quedó atrás, ahora lo que llevas dentro, es lo que tan ansiadamente buscábamos; un ser criado directamente dentro de ti, bebiendo de tu sangre, creciendo con tus jugos... Cuando te consuma, saldrá y ya no habrá vuelta atrás...

-¡Con qué propósito, tanta molestia!

-Mmm, eso es lo mejor, todo es simplemente por verte agonizar y morir lentamente. El mundo ya es mío, y cuando lo tienes todo, no te conformas y aun sigues buscando más. Con tu muerte y sufrimiento cerraré una parte de mi pasado.

-¡Tú! ¿Y quién eres tú? ¡Dónde quedan "los poderosos"?

-"Los poderosos" solo es un ideal, una forma de vida, para tenerlos a todos a ralla.

-No entiendo nada.

-¡Claro que no! Te borre la memoria.

-¡Pero quién coño eres!

El tipo comenzó a abrirse el casco y a quitárselo poco a poco. Una gran melena oscura sobresalió mientras se lo quitaba. Una vez con él en las manos, y al ver que mi expresión no cambiaba dijo:
"Bienvenido a mi mundo... hermano"

Continuará...

No hay comentarios: